La Cámara baja sancionó hoy, durante la primera sesión del año, el Proyecto de ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. Un día histórico para las feministas que festejaron en las barras.
En la sesión del día de la fecha y en el marco del Día Internacional de la Mujer, los diputados sancionaron, por 174 votos a favor y ninguno en contra, la Ley de violencia contra la mujer. No apoyó la iniciativa Nora Ginzburg que se abstuvo. El proyecto había sido aprobado por unanimidad en el Senado el 26 de noviembre de 2008 (Vid, entre otros, Notividas 566 y 568).
En la sesión del día de la fecha y en el marco del Día Internacional de la Mujer, los diputados sancionaron, por 174 votos a favor y ninguno en contra, la Ley de violencia contra la mujer. No apoyó la iniciativa Nora Ginzburg que se abstuvo. El proyecto había sido aprobado por unanimidad en el Senado el 26 de noviembre de 2008 (Vid, entre otros, Notividas 566 y 568).
El feminismo, que transformó la lucha de clases en una lucha entre los sexos, usa, como el marxismo, la dialéctica hegeliana. Por eso el proyecto asume que el victimario siempre es un hombre: “La mujer que padece violencia y el hombre que la ejerce” (art. 9 inc.l); “asistencia a las mujeres que padecen violencia y la rehabilitación de los hombres que la ejercen” (art. 9 inc.p); “Programas de reeducación destinados a los hombres que ejercen violencia” (art.10 inc.7). Sin embargo, para ejercer violencia no hace falta tener un determinado sexo, alcanza con poseer algún tipo de poder y que su ejercicio degenere en abuso. Una mirada desideologizada sobre la violencia que padece la mujer señala rápidamente que el agresor no siempre es un hombre: hay madres que ejercen violencia contra hijas pequeñas o por nacer, hijas que ejercen violencia contra madres ancianas, jefas que ejercen violencia contra subordinadas, lesbianas que ejercen violencia contra su pareja, etc.
Como ocurre con “discriminación”, el de violencia es una concepto manipulado por la “cultura de la muerte” para imponer “derechos sexuales y reproductivos” de allí que uno de los “derechos protegidos” en el proyecto sancionado sea “decidir sobre la vida reproductiva” y una de las “modalidades de violencia” la “violencia contra la libertad reproductiva”. Recordemos que los diversos comités del sistema de derechos humanos de la ONU consideran violencia toda traba legal, familiar o social que impida el aborto en cualquier momento del embarazo. Tal como ocurrió en el Senado, la vinculación entre "no violencia" y aborto se hizo palpable durante el debate.
La defensa del proyecto la realizó la titular de la Comisión de Familia, Mujer y Niñez, la kirchnerista Juliana Di Tulio, que le pidió a sus pares un mayor compromiso con la “Agenda de Género” para saldar deudas parlamentarias como el aborto.
Marcela Rodríguez (Coalición Cívica, BsAs), autora del dictamen de minoría, lamentó que la ley no fuera “más ambiciosa”. Durante la votación se abstuvo junto a sus compañeras de bloque Elisa Carca y Susana García.
Silvia Augsburger (PS, Sta.Fe) justificó la premura en el tratamiento del proyecto porque “ratifica la estrategia del movimiento feminista que instala, durante el año calendario, fechas claves para tratar los derechos de los mujeres”. Destacó que el año pasado con ocasión del Día de la Mujer se aprobó la Agenda de Género (Vid Notivida 497) y este año la Ley de violencia contra la mujer.
Cecilia "Checha" Merchán (Encuentro Popular y Social, Cba) dijo que era una ley pendiente, pero -agregó- hay otras cosas pendientes relacionadas con la situación de las mujeres: la despenalización del infanticidio (aludió al caso Romina Tejerina), la incorporación efectiva de las píldoras del “día después” en el Programa de salud sexual, y la despenalización de aborto.
Claudia Bernazza (FpV, BsAs): “es una avance en la lucha de las mujeres pero esto es un sólo un capítulo, la lucha continúa”.
Margarita Beveraggi (UCR, Chaco): manifestó su reconocimiento a la “participación y perseverancia del movimiento de mujeres” y señaló que sus integrantes son “las actoras reales en estos temas”.
Vilma Ibarra (Encuentro Popular y Social, CapFed): reclamó la despenalización del aborto “un tema postergado en la agenda de protección de los derechos de las mujeres”.
Fernanda Gil Lozano: la diputada de la Coalición Cívica colgó de su banca un cartel sobre mortalidad materna, el caballito de batalla de los abortistas.
Como ocurre con “discriminación”, el de violencia es una concepto manipulado por la “cultura de la muerte” para imponer “derechos sexuales y reproductivos” de allí que uno de los “derechos protegidos” en el proyecto sancionado sea “decidir sobre la vida reproductiva” y una de las “modalidades de violencia” la “violencia contra la libertad reproductiva”. Recordemos que los diversos comités del sistema de derechos humanos de la ONU consideran violencia toda traba legal, familiar o social que impida el aborto en cualquier momento del embarazo. Tal como ocurrió en el Senado, la vinculación entre "no violencia" y aborto se hizo palpable durante el debate.
La defensa del proyecto la realizó la titular de la Comisión de Familia, Mujer y Niñez, la kirchnerista Juliana Di Tulio, que le pidió a sus pares un mayor compromiso con la “Agenda de Género” para saldar deudas parlamentarias como el aborto.
Marcela Rodríguez (Coalición Cívica, BsAs), autora del dictamen de minoría, lamentó que la ley no fuera “más ambiciosa”. Durante la votación se abstuvo junto a sus compañeras de bloque Elisa Carca y Susana García.
Silvia Augsburger (PS, Sta.Fe) justificó la premura en el tratamiento del proyecto porque “ratifica la estrategia del movimiento feminista que instala, durante el año calendario, fechas claves para tratar los derechos de los mujeres”. Destacó que el año pasado con ocasión del Día de la Mujer se aprobó la Agenda de Género (Vid Notivida 497) y este año la Ley de violencia contra la mujer.
Cecilia "Checha" Merchán (Encuentro Popular y Social, Cba) dijo que era una ley pendiente, pero -agregó- hay otras cosas pendientes relacionadas con la situación de las mujeres: la despenalización del infanticidio (aludió al caso Romina Tejerina), la incorporación efectiva de las píldoras del “día después” en el Programa de salud sexual, y la despenalización de aborto.
Claudia Bernazza (FpV, BsAs): “es una avance en la lucha de las mujeres pero esto es un sólo un capítulo, la lucha continúa”.
Margarita Beveraggi (UCR, Chaco): manifestó su reconocimiento a la “participación y perseverancia del movimiento de mujeres” y señaló que sus integrantes son “las actoras reales en estos temas”.
Vilma Ibarra (Encuentro Popular y Social, CapFed): reclamó la despenalización del aborto “un tema postergado en la agenda de protección de los derechos de las mujeres”.
Fernanda Gil Lozano: la diputada de la Coalición Cívica colgó de su banca un cartel sobre mortalidad materna, el caballito de batalla de los abortistas.
fuente: NOTIVIDA
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