NUEVA YORK, 9 de septiembre (C-FAM) Esta semana, la Alianza Internacional de la Juventud lanzó su Declaración de la Juventud a la ONU y al Mundo, petición que será presentada a la Asamblea General de las Naciones Unidas este mes. El manifiesto, que consta de ocho principios fundamentales, fue redactado por una agrupación internacional de jóvenes y presentado por primera vez en una conferencia de prensa durante la Conferencia Mundial de la Juventud en León, México.
La Declaración surge como respuesta al «anteproyecto» del Año Internacional de la Juventud de las Naciones Unidas, el Programa de Acción Mundial para los Jóvenes (PAMJ). Éste, que fue aprobado por la Asamblea General en 1995 sin previo debate o votación, contiene numerosas referencias a los «derechos» de salud sexual y reproductiva y demanda autonomía radical para los jóvenes.
El manifiesto en cuestión también fue pensado como una alternativa frente a lo que muchos observadores temían que fuera un documento radical producto del Foro de Organizaciones No Gubernamentales de la Conferencia Mundial de la Juventud en México. Se comprobó que estos temores, basados en pruebas abrumadoras de que el Fondo de Población de la ONU había pagado a la mayoría de los delegados juveniles que votaron la declaración final de la juventud, estaban bien fundados.
La declaración elaborada por la juventud radical demanda el «el acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva, que sean confidenciales y propicios para los jóvenes, incluyendo acceso a una educación de la sexualidad integral basada en información científica, en contextos formales y no formales». Además, en el contexto de la salud materna, solicita intervenciones que incluyan «el acceso a una gama completa de anticonceptivos y aborto seguro». También se pide a los gobiernos que «reconozcan a los GLBT [gays, lesbianas, bisexuales y transgénero] como parte del espectro de identidades de género».
Se teme que el documento radical sea agregado al documento de los gobiernos que será presentado ante la ONU hacia fines del mes en curso. Si esto sucede, las opiniones de estos jóvenes dirigidos por el UNFPA serán consideradas voz de autoridad por algunos.
La contradeclaración publicada esta semana tiene por objeto demostrar a la ONU y al mundo que la juventud radical no habla en nombre de la mayoría de los jóvenes. Ésta gira en torno a ocho principios, entre los que se encuentran los siguientes: «Los jóvenes son seres relacionales formados en la familia», «Los padres son los principales educadores de los jóvenes», «Los derechos de los jóvenes están basados en sus capacidades en desarrollo», «Debe respetarse una interpretación adecuada de la sexualidad y de las relaciones saludables», «Hombre y mujer están fundados en la naturaleza».
Recordando documentos claves de derechos humanos que a menudo quedan sin ser mencionados en recientes declaraciones de la ONU sobre la juventud, la Declaración de la Juventud a la ONU y al Mundo hace hincapié en el principio de la Declaración Mundial de los Derechos Humanos según el cual «la familia es la unidad fundamental y natural de la sociedad» y tiene derecho a ser protegida de manera especial por el Estado.
Este manifiesto también equilibra los derechos de la juventud con sus padres, basándose en sus capacidades en desarrollo, según lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño. Finalmente, evoca el único acuerdo internacional vinculante en lo que respecta a la definición de género: el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, el cual afirma que «"género" se refiere a los dos sexos, masculino y femenino».
C-FAM, editor de Friday Fax, publicó la contradeclaración en su sitio web y solicita que 50.000 jóvenes la firmen.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano
fuente: C-FAM
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