El amparo fue presentado hoy por el Dr. Pedro Andereggen en el fuero Contencioso Administrativo y está dirigido contra el accionar del Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, que dio instrucciones de no apelar el fallo que avaló el gaymonio, “lo que constituye un acto de ilegalidad manifiesta, pues ello no está sujeto a oportunidad, mérito o conveniencia sino a actividad reglada”. “No puede el Jefe de Gobierno decidir por sí y ante sí, conformarse con una declaración de inconstitucionalidad de artículos del Código Civil en materia matrimonial pues esa no es su competencia (.) nadie lo votó ni legitimó para ello, configurándose un claro acto de abuso de poder”, dice la presentación judicial.
Piden la nulidad de la sentenciaEl mismo abogado hizo ayer una presentación ante el Juzgado Civil 92. La presentación señala, contrariamente a lo que sostiene el activismo gay, que el gaymonio nos afecta a todos: "El perjuicio para el bien común irrogado resulta manifiesto, toda vez que se ha fallado contra la esencia de un instituto de derecho natural como es el matrimonio que ninguna legislación positiva puede alterar o desconocer (.) el derecho natural posee raigambre constitucional en tanto es reconocido Dios en el Preámbulo de la Constitución como 'fuente de toda razón y justicia'".
Fundándose en la expresión precedente y estando legitimado por el art. 178 del Código Civil, el letrado denunció ante el Juzgado Civil la nulidad absoluta e insanable de todo lo actuado por la Jueza Seijas, a cargo del Juzgado en lo Contencioso, Administrativo y Tributario nº 15 de la Ciudad -por tratarse de una cuestión civil que escapa a la competencia de ese Tribunal-. Indicó también la falta de actuación del Agente fiscal en lo Civil encargado de velar por el orden público en materia matrimonial; señalando que Macri, al dar instrucciones de no apelar -facultad que no puede arrogarse un administrador político de turno y de carácter local-, impidió que la cuestión sea entendida por el fuero legalmente propio, idóneo y especializado. Finalmente solicitó que se rechace la pretensión de contraer matrimonio a los dos hombres que han presentado el amparo y se declare "la vigencia del principio conforme al cual el instituto jurídico del matrimonio requiere válida y exclusivamente la unión entre un hombre y una mujer".Macri y el relativismo cultural
A raíz de la actitud del Jefe de Gobierno porteño y el incomprensible silencio de sus seguidores publicamos a continuación una nota del Dr. Miguel Ángel de Lorenzo.“El Modelo” Macri
Por el contrario, siempre nos pareció peliagudo encontrar argumentos con los que, por ejemplo, atenuar la responsabilidad moral de los científicos que participan en el diseño y la fabricación de armas atómicas o biológicas.
Si les alcanza o no esa aspirina para calmar su conciencia, no lo sabemos, pero lo real es que desde el punto de vista moral tales tareas no son neutras ni inocentes porque, digámoslo otra vez, no existe la moral de la pura eficacia.
En este sentido, hace unos días, el jefe de gobierno porteño, dijo que no apelaría el fallo que ordenó al registro civil que case a dos gays. Sus razones fueron: “es un paso adelante”, “el mundo va en esa dirección”, “es natural, estoy tranquilo y contento, que sean felices,” “esta bien siempre que no afecte a terceros” etc. y otras igualmente insignificantes.
Sería demasiado pedirle a Macri que se detenga a reflexionar un momento antes de apresurarse a tomar semejante decisión. ¿Qué tipo de sociedad querrá construir? Y en todo caso la nueva estructura social ¿la sustentaría en semejantes tosquedades?
La tesis relativista de Macri, la del todo bien, y el vale todo, la que probablemente no aplicó ni para el futbol, nos la trae ahora a la precursora y progresista ciudad de Buenos Aires avalando con su no apelación, el “matrimonio homosexual”.
Nadie duda de que en el plano político hay diversidad de opciones éticamente aceptables e infinidad de estrategias posibles para llegar a un fin determinado que se ordene al bien común de la sociedad.
Por lo que venimos observando no advertimos mayores diferencias en el modo de entender y ejercer la política entre partidos supuestamente antagónicos. Existe un jefe que, sin debate, ni consultar la opinión de nadie y como en este caso sin razones, un mandamás que unilateralmente decide lo que le parece y por otra parte “sumisos” legisladores que se inclinan silenciosos ante la voluntad del patrón.
fuente: NOTIVIDA
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