Tras el lanzamiento oficial en el Perú del autodenominados grupo "Católicas por el Derecho a Decidir" (CDD), el Presidente de la Comisión Episcopal de Familia y Defensa de la Vida, Mons. José Antonio Eguren Anselmi, precisó en un reciente comunicado que estas mujeres constituyen "un frente abortista que recluta preferentemente a personalidades del mundo feminista anticatólico".
En el texto, el también Arzobispo de Piura explica que este grupo internacional anti-vida, conocido en inglés como "Catholics for a free Choice", fue fundado en 1970 en los Estados Unidos y "se dedica a promover el aborto de manera especial en América Latina".
"CDD opera en varios países como organización de fachada, pues en ninguno de ellos cuentan con una base social real. En el Perú no son sino una 'reinvención' de una antigua organización feminista que, ante el fracaso de sus estrategias, ensaya una nueva cara y nuevas formas de financiación", añade el Prelado.
Seguidamente indica que las CDD, "Aunque se presentan como un 'movimiento autónomo de personas católicas comprometidas en la búsqueda de la justicia social' que busca 'el cambio de determinados patrones culturales y religiosos', su finalidad es promover el aborto y la anticoncepción como derechos sexuales y reproductivos".
Mons. Eguren explica además que este grupo es un "frente abortista que recluta preferentemente a personalidades del mundo feminista anticatólico. Su estrategia consiste en confundir a los feligreses presentándose como católicos y su agenda tiene por objetivo el aborto, la anticoncepción, la esterilización, el lesbianismo, la homosexualidad, el feminismo radical y las doctrinas del New Age".
A continuación recuerda que en el año 2005, "la Secretaría de Estado del Vaticano solicitó a todos los Obispos que estuvieran vigilantes y alertas ante una campaña que esta organización abortista realizaba en aquel entonces y que consistía en reunir firmas y adhesiones para apoyar el concepto de 'salud sexual y reproductiva' en una cumbre mundial que en aquel entonces preparaba la Organización de las Naciones Unidas (ONU)".
Como bien se sabe, prosigue, "el concepto de 'salud sexual y reproductiva' a la luz de la cumbres mundiales de El Cairo (1994 sobre población y desarrollo) y de Pekín (1995 sobre la mujer), incluye al aborto como medio de planificación familiar".
Finalmente insta a "no dejarse sorprender por representantes de esta organización anti-vida que se atribuyen el nombre de católica sin contar con el permiso de la autoridad eclesiástica, y alertar a todas las personas que puedan al respecto (sacerdotes, consagrados y consagradas, agentes pastorales, fieles laicos, etc.)"
En el texto, el también Arzobispo de Piura explica que este grupo internacional anti-vida, conocido en inglés como "Catholics for a free Choice", fue fundado en 1970 en los Estados Unidos y "se dedica a promover el aborto de manera especial en América Latina".
"CDD opera en varios países como organización de fachada, pues en ninguno de ellos cuentan con una base social real. En el Perú no son sino una 'reinvención' de una antigua organización feminista que, ante el fracaso de sus estrategias, ensaya una nueva cara y nuevas formas de financiación", añade el Prelado.
Seguidamente indica que las CDD, "Aunque se presentan como un 'movimiento autónomo de personas católicas comprometidas en la búsqueda de la justicia social' que busca 'el cambio de determinados patrones culturales y religiosos', su finalidad es promover el aborto y la anticoncepción como derechos sexuales y reproductivos".
Mons. Eguren explica además que este grupo es un "frente abortista que recluta preferentemente a personalidades del mundo feminista anticatólico. Su estrategia consiste en confundir a los feligreses presentándose como católicos y su agenda tiene por objetivo el aborto, la anticoncepción, la esterilización, el lesbianismo, la homosexualidad, el feminismo radical y las doctrinas del New Age".
A continuación recuerda que en el año 2005, "la Secretaría de Estado del Vaticano solicitó a todos los Obispos que estuvieran vigilantes y alertas ante una campaña que esta organización abortista realizaba en aquel entonces y que consistía en reunir firmas y adhesiones para apoyar el concepto de 'salud sexual y reproductiva' en una cumbre mundial que en aquel entonces preparaba la Organización de las Naciones Unidas (ONU)".
Como bien se sabe, prosigue, "el concepto de 'salud sexual y reproductiva' a la luz de la cumbres mundiales de El Cairo (1994 sobre población y desarrollo) y de Pekín (1995 sobre la mujer), incluye al aborto como medio de planificación familiar".
Finalmente insta a "no dejarse sorprender por representantes de esta organización anti-vida que se atribuyen el nombre de católica sin contar con el permiso de la autoridad eclesiástica, y alertar a todas las personas que puedan al respecto (sacerdotes, consagrados y consagradas, agentes pastorales, fieles laicos, etc.)"
fuente: ACI Prensa
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