¿Qué se esconde detrás de la ideología de género que los gobiernos (por ejemplo el de Zapatero en España) han enarbolado como su principal bandera y caballo de batalla? ¿Cuáles son sus orígenes y características, cómo actúa en la vida cotidiana y cuáles son sus consecuencias?
Las respuestas a estas preguntas vienen contenidas de forma resumida en un documento elaborado por S.O.S. Familia, del cual se han publicado 20.000 ejemplares.
Las conclusiones de ese documento apuntan como objetivo y consecuencias de la ideología de género a la abolición del matrimonio, la familia, la maternidad y la religión.
Cabe recordar que, en ese sentido, las leyes socialistas como la del matrimonio homosexual; contra la violencia de género; divorcio ‘exprés’; Educación para la Ciudadanía; Reproducción Asistida; de rectificación registral de la mención relativa al sexo; Investigación Biomédica; o Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, han contribuido en gran medida al fomento de la ideología de género en España.
Los orígenes
S.O.S. Familia sitúa los orígenes de “la irrupción pública de las ideas de la ideología de género” en el marco histórico de “la revolución sexual y cultural de la Sorbona, de mayo de 1968”.
Descendiente de las revoluciones protestante, francesa y comunista, mayo del 68 representó “un gran éxito como escenario propagandístico del lanzamiento de las más radicales corrientes del liberalismo sexual”, dice el documento.
Con su expansión a las universidades de Estados Unidos, el fenómeno fue detalladamente analizado en estudios que intentaban ‘demostrar’ que “la diferenciación de roles que el hombre y la mujer representan en la sociedad es una ‘construcción social’, una imposición de la cultura dominante”.
Expresiones propagandísticas de ese fenómeno como “está prohibido prohibir”; “cuanto más hago el amor, más ganas tengo de hacer la revolución, cuanto más hago la revolución, más ganas tengo de hacer el amor”; “el matrimonio es la cárcel para el amor”; o “lo sagrado: ahí esta el enemigo”, definen muy bien el caldo de cultivo para la ideología de género que estaba por venir.
Finalmente, el término ‘género’ para referirse a la identidad sexual de las personas fue acuñado en la Conferencia Internacional sobre la Mujer celebrada en Pekín en 1995, recuerda el informe. Los diferentes organismos de Naciones Unidas y la propia Unión Europea han acabado por adoptar también esta ideología.
En la vida cotidiana
La ideología de género se ha introducido de tal manera en la sociedad que es llevada a la práctica en muchas facetas de la vida cotidiana de las personas, afectando especialmente a los más pequeños ya en el proceso educativo.
“¿Qué se enseña hoy en los colegios? ¿Qué circula en los medios de comunicación o forma parte de los programas de gobierno y de los organismos internacionales?”, se pregunta S.O.S. Familia.
Pues “una de las cuestiones que más se propone a los niños y jóvenes en la actualidad es el asunto de la sexualidad. Desde la más temprana edad, el ambiente social, los colegios, la televisión, Internet y los entretenimientos comienzan a sugerir y presionar al niño –muchas veces por medio de bromas– para que él se inicie en las fruiciones relacionadas con el sexo”, responde el documento.
Y es que “la ideología de género defiende que las diferencias entre el hombre y la mujer son construcciones culturales; una práctica social, independiente del sexo. El género –y no el sexo– caracteriza al ser humano. Género que cada uno escoge libremente y cada vez que lo prefiera”.
Sexualidad polimorfa
En definitiva, aunque la ideología de género reconoce que existe el sexo biológico, “esto no es determinante en la vida ni en la personalidad […] El hombre y la mujer no alcanzarán su liberación y su felicidad en cuanto no procedan de acuerdo a lo que más les atraiga en cada momento, sin llevar en cuenta los roles que artificialmente la sociedad hasta ahora les ha impuesto”.
La ideología de género parte de la base de que a lo largo de la historia la mujer ha sufrido la explotación y el dominio por parte del hombre y ella “debe rebelarse contra este abuso y transformarse en fuerza propulsora de la revolución libertaria”.
Por todo ello, “es necesario abolir las propias identidades femenina y masculina, subordinadas al sexo biológico, y que las personas se dejen llevar por sus múltiples y variables orientaciones sexuales”, explica el documento.
“Los seres humanos tienen –según esta ideología– un mismo género que puede manifestarse como heterosexual, homosexual, lesbiana, bisexual, etc. Es lo que llaman una sexualidad polimorfa que permitiría un auge de placer, según los deseos del momento y que acabaría con toda dominación y desigualdad humana”, advierte S.O.S. Familia.
Las consecuencias
El documento advierte de las consecuencias que la ideología de género tiene para la sociedad. La primera de ellas es sobre “la familia de siempre, fundamentada en el matrimonio, […] la primera de las instituciones que es necesario destruir, o deconstruir”, según los defensores de esas teorías.
La familia es culpable, según esta ideología, de “imponer artificialmente los roles masculino y femenino a los hijos que educa”, por lo que se ve, un grave delito que hay que erradicar.
La maternidad es el segundo peligro para esta corriente de pensamiento. “La figura de la madre constituye el auge de la sumisión y de la represión sexual que no debe existir. Es necesario liberar a la mujer de la maternidad por medio de los anticonceptivos y del aborto”. Eso es al menos lo que piensan sus defensores.
Además, “el lesbianismo se presenta como una relación ideal por no involucrar dominio del hombre sobre la mujer, ni posibilitar la procreación. La ideología de género propone otras vías de reproducción para la perpetuación de la especie”, que tienen que ver con la reproducción artificial en el mejor de los casos.
El tercer peligro a erradicar para los ideólogos de género es la religión, “la causa principal de opresión de la mujer”, tal como denuncia S.O.S Familia. “La religión es una invención humana y los principales credos han sido inventados para oprimir a la mujer”, piensan los ideólogos de género.
Según la ‘teóloga’ del feminismo Elisabeth Schussler, “los textos bíblicos no son revelados sino una formulación histórica. La teoría feminista insiste en que las Sagradas Escrituras son fruto de una cultura patriarcal”, advierte el documento.
Las ‘palabras-talismán’
La ideología de género, falta de un razonamiento ordenado, claro y simple, que a buen seguro “provocaría un gran rechazo en la opinión pública”, recurre a técnicas de manipulación del lenguaje que conforman el llamado ‘trasbordo ideológico inadvertido’, de efectos tan o más persuasivos.
Son las llamadas ‘palabras-talismán’, que suelen despertar “impresiones, emociones, simpatías o antipatías que los medios de comunicación ponen de moda”.
Entre ellas, cabe destacar términos como el propio ‘género’ en lugar de ‘sexo’. En esa línea, ‘embarazo no deseado’ o ‘interrupción del embarazo’ sustituyen a la eliminación del hijo en el vientre materno a través del aborto.
‘Salud sexual y reproductiva’ y ‘sexo seguro’ para justificar los ataques a la vida mediante el uso de preservativos, anticonceptivos, abortos, etc., son otras palabras clave utilizadas por la ideología de género.
Lo mismo que ‘orientación sexual’ y ‘homofobia’, son palabras talismán para defender las conductas homosexuales y lésbicas; o ‘violencia de género’ para culpar al sexo masculino de subyugar a la mujer.
"Pareja’, para evitar el sentido heterosexual que tienen las palabras matrimonio o esposos; o ‘modelos de familia’, que cambia el único sentido que tiene el término familia, por otros tipos de uniones.
Otras palabras-talismán empleadas por la ideología de género son ‘sexismo’, ‘feminismo’ y ‘machismo’; o ‘educación sexual’, ‘Educación para la ciudadanía’, o ‘Plan de Salud Sexual y Reproductiva’, todos ellos términos empleados para enmascarar un programa de iniciación precoz de los niños en el sexo, con el consabido adoctrinamiento de género.
fuente: Forum Libertas
1 comentario:
Entender toda esta ideología de género que se presenta camuflada con frases maquilladas, nos lleva a conmovernos a su estudio para difundir el engaño que promueve. Su "caldo de cultivo" es la ignorancia o afán de protagonismos desmedidos.
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