miércoles, 5 de mayo de 2010

MEDIA SANCIÓN PARA HOMOMONIO (II)

El debate
Ivana Bianchi (Peronismo Federal, San Luis): “el matrimonio es antropológicamente heterosexual”. Destacó que una pareja homosexual no merece la misma tutela jurídica que un matrimonio y que un niño adoptado por dos personas del mismo sexo es sometido a un conflicto, que se suma al trauma del abandono. “El deseo de ser padres no puede primar sobre el interés del niño”, enfatizó.
Juliana Di Tullio (FpV, BsAs): “yo le di dos hijos al estado y no me siento mejor que nadie por eso”. Sostuvo que se llegó a este dictamen por el lobby homosexual y que “cuando una porción de la población exige que se le reconozcan sus derechos lo hace de la mano del peronismo”. Apuntó que “el interés superior del niño no es tener un papá y una mamá sino ser amado”.
Silvia Storni (UCR, Cba.): tras agradecer la movilización del activismo homosexual, remarcó que “el matrimonio es una institución laica”. Para Storni en un debate sobre derechos hay que “desvincularse de convicciones naturales y religiosas”. Sostuvo que “la ley de divorcio que impulsó Alfonsín provocó el rechazo de los que hoy siguen pensando que estamos destruyendo la familia”. Dijo que está vigente el lema de la Revolución Francesa, que “hay que desterrar la homofobia” y que “los motores de un estado de derecho son el pluralismo y la tolerancia”.
Felipe Solá (Peronismo Federal, BsAs): “en mi bloque hay posturas distintas, seis vamos a votar a favor del matrimonio”. Aseveró que “hoy la palabra matrimonio tiene un valor prohibitivo para los que no eligieron su sexo”, “las palabras tienen un enorme valor” y “el matrimonio les devuelve su derecho pleno”. Aclaró que se educó en la Iglesia Católica, una Iglesia que “rescata a los que son marginados, a los perseguidos, a los que sufren” y pidió después “aliviar a los que piden ser aliviados”. Aseguró que “la esencia de la adopción es el amor” y que los chicos –como decía Florencio Escardó- necesitan “amor y proteínas”.
Marcela Rodríguez (CC, BsAs): certificó que si no fuera por el activismo homosexual no hubieran tratado este proyecto. Sostuvo que no se puede violar la “autonomía” de la persona que “opta por un plan de vida” y que “hay quienes partiendo de una base biologicista quieren perpetrar patrones de discriminación”. Afirmó que los que se oponen son los mismos que objetaron la ley de divorcio, el trabajo de la mujer, “los que buscan esposas sometidas al marido”.
Gladys González (PRO, BsAs): exhortó a mirar “la historia y la realidad”. Para González la historia es “el matrimonio entre varón y mujer, con capacidad de procrear” y “en la realidad hay personas sin esa capacidad que el estado debe proteger”. Expresó que “son dos realidades distintas, que no hay discriminación”. Abogando por “enlace civil” manifestó que hay “consenso en reconocer los derechos de los homosexuales y muchas dudas respecto a la adopción” y -como Pinedo- pidió un debate más profundo sobre esto último.
Mónica Fein (PS, Sta.Fe): dijo que estaban “hablando de nombres propios, de Norma y Ramona, de Alex y José”. Anticipó que su bloque apoyaba el “matrimonio” homosexual.
Roy Cortina (PS, Cap. Fed.): la catalogó de sesión histórica “como cuando se discutió el divorcio”. Leyó parte de un documento de la FALGBT, publicado por el activista gay Bruno Bimbi en Crítica, donde se critican los argumentos de los que se oponen.
Marcelo López Arias (Peronista, Salta): dijo que está “en contra de toda discriminación” pero que su bloque apoyaba “enlace civil”, porque “todo el entramado jurídico del matrimonio está orientado a los hijos”. Subrayó que “para la adopción lo primero a tener en cuenta es al menor”.
Manuel Morejón (Peronista, Chubut): indicó que optaron por una figura alternativa porque “el matrimonio, unión de hombre y mujer, asegura la preservación de la especie”. Destacó que “una pareja heterosexual que vive en concubinato tampoco puede adoptar conjuntamente” y que “no aceptan que un niño crezca sin padre y madre”.
Ma. Virginia Linares (GEN, BsAs): resaltó que los activistas homosexuales habían hablado con cada diputado que los recibió para plantearle “la discriminación que sufren a diario”. Repitió que el matrimonio “es una institución jurídica y laica”, en la que no tienen cabida las convicciones personales, que es “una construcción cultural”. Tildó a los que se oponen de prejuiciosos y homofóbicos. Manifestó finalmente que el GEN apoya todos los reclamos del lobby homosexual: ley de identidad de género, derogación de los códigos de faltas, inclusión en la ley antidiscriminatoria de la no discriminación por orientación sexual, etc.
Martín Sabbatella (Nuevo Encuentro, BsAs): “hoy toda la sociedad sube peldaños en la escalera de la igualdad”, dijo, y añadió que “este Congreso va a ser recordado por este paso”. Según Sabbatella estaban honrando “a los que no se rindieron, a la democracia, a la sociedad en que viven y al futuro que quieren construir”.
Alicia Comelli y Olga Guzmán del MPN: compartieron su tiempo de exposición y adelantaron su adhesión. Sostuvieron que “es hora de dejar de lado los prejuicios, incluir y no excluir”. Con poca objetividad Guzmán dijo que en la Comisión se habían escuchado “fundamentaciones impecables a favor del proyecto y homofóbicas en contra”.
Cecilia “Checha” Merchán (Libres del Sur, Cba.): la activista feminista dijo exultante que “las organizaciones por la diversidad habían hecho un trabajo increíble” e intentó ridiculizar, como madre soltera, a los que sostenían que el matrimonio perpetúa la especie. Expuso que cuando se debatió la ley de divorcio también se hablaba de los perjuicios que podía ocasionar en los niños y que por el contrario los benefició, porque antes, los hijos de padres separados, como ella, tenían que ocultar su situación (es paradójico que los diputados que piden dejar de lado las convicciones personales refieran todo a su propia historia).
Eduardo Macaluse (SI, BsAs): “los derechos se consagran después de una lucha de largos padecimientos, discriminaciones y angustias”. Manifestó que “desmontaban una barrera discriminatoria” y que “la sociedad ya aceptó lo que la dirigencia no ha resuelto”
Hugo Prieto (De la Concertación, Neuquén): “esta es una ley transformadora”. Dijo que “la libertad es el primer objetivo y la democracia una herramienta útil para ello”. Sostuvo que la libertad es un camino y que daban un paso en ese camino.
Julio Ledesma (Corriente de Pensamiento Federal, BsAs): señaló que la legalización de las uniones homosexuales colisiona con la Ley natural. Con humildad y valentía advirtió que se fundamentaba en la Fe; leyó versículos del Génesis y un párrafo de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el comportamiento de los políticos católicos ante legislaciones favorables a las uniones homosexuales. Eso exasperó a Carrió que interrumpió para pedirle que hable de “su fe” o de “su interpretación de la fe”, porque según Lilita -la “exégeta”- los que “leyeron todos los Evangelios saben que el primer mandamiento es el del amor en la diversidad y no en la exclusión” (sic).
Claudio Lozano (Proyecto Sur, Cap. Fed.): “la biología no es una cárcel de la libertad”. Sostuvo que “el matrimonio no tiene nada que ver con la procreación” y exhortó a decir ”basta a un determinismo biológico que oprime y humilla”.
Fernando “Pino” Solanas (Proyecto Sur, Cap. Fed.): saludó a los que daban el voto positivo, a los legisladores que lo impulsaron y especialmente “a la lucha firme y solitaria de la FALGBT y la CHA, en contra de la hipocresía, la discriminación y la persecución”. Afirmó Solanas que ya han librado grandes “batallas culturales” y que “los afectos y la sexualidad no se pueden encorsetar”. Para el diputado sería “volver a la historia del atraso”, “de los ultramontanos”, “sabiendo que todos los esfuerzos represivos fueron vanos”.
Francisco Fortuna (Cba. Federal): dijo que para el justicialismo “la familia es el núcleo primario donde el niño absorbe los valores que lo convertirán en un hombre de bien” y que esa institución nace de la “unión de varón y mujer”. Afirmó que el proyecto además de modificar el Código Civil cambia las concepciones vigentes y que Cba. Federal no iba a acompañar el dictamen de mayoría.
Gerónimo Vargas Aignasse (FpV, Tucumán): interrumpió para quejarse porque Fortuna habló en nombre del justicialismo, en un debate “que no era sobre la doctrina justicialista, ni religioso”, pidió “no ser funcionales al sector que usa latiguillos”. Fortuna replicó: “cuando un diputado emite un juicio lo hace desde sus convicciones”.
Roberto Robledo (PJ, La Pampa): “el matrimonio que da origen a la familia no es una categoría ideológica” y acotó “el justicialismo es la versión política de la Doctrina Social de la Iglesia”. Puntualizó que “el matrimonio es anterior al estado” y que “tiene fines propios que exigen la complementariedad”. Aseguró que el cambio propuesto es inmoral y deteriora el Bien Común que requiere resguardar la familia. Citó la exhortación apostólica Familiaris Consortio, dijo que la misión trascendente de la familia exige la contribución de ambos padres y adelantó su voto negativo.
Ma. Cristina Regazzoli (PJ, La Pampa): “debemos reconocer la realidad, no esconderla bajo la alfombra”. Recordó que “cuando se discutió la ley de divorcio muchos creyeron que se desmembraría la familia” y -según Regazzoli- “sólo blanqueó situaciones hoy aceptadas por la sociedad”.
Silvia Vázquez (De la Concertación, BsAs): “no venimos a otorgar un derecho sino a cumplir con una manda constitucional”. Afirmó que el matrimonio “es una construcción cultural” y que “esta ley genera un cambio cultural”. Dijo que siempre existió la homosexualidad y que ahora “simplemente se acepta la diversidad”. Expresó que “el Dios de la Biblia nos dio el libre albedrío, aún para elegir el mal”, enfatizando: “el Dios de las Antiguas Escrituras le dio al hombre la capacidad de elegir”. Preguntó finalmente ¿los heterosexuales apropiadores de hijos de desaparecidos pueden adoptar y se lo vamos a negar a personas de bien por su sola condición homosexual?
Nélida Belous (Proyecto progresista, T. del Fuego): “es difícil ser progresista en una pequeña provincia, sin elites intelectuales que nos apoyen”. Según Belous “la oposición de los conservadores es feroz”, pero junto a su gobernadora, Fabiana Ríos, siguen trabajando. Destacó que “el primer matrimonio entre personas del mismo sexo tuvo lugar en el ‘fin del mundo’ (T.del Fuego) pero no produjo el fin del mundo”.
Raúl Paroli (Frente Cívico y social, Catamarca): afirmó que “sería discriminatorio darle a la unión de dos personas del mismo sexo igual tratamiento que al matrimonio” y agregó “no hay derecho a experimentar con los niños”. Remarcó que “hay un único y verdadero matrimonio, inscrito en la naturaleza de las personas y anterior al estado”. Reclamó para las próximas generaciones “la experiencia de nacer, crecer y educarse en el seno de una familia constituida por un varón y una mujer”. Concluyó explicando que al asumir su banca juró “por Dios, la Patria y los Santos Evangelios" y que en consonancia con ese juramento iba a votar negativamente.
Cynthia Hotton (Valores Para Mi País, Cap. Fed.): denunció que al comenzar a debatir este tema en comisión fue amenazada de muerte, como después lo fue Claudia Rucci y agregó:”así se mueven los que hablan de tolerancia”. Se quejó de que “los medios reflejan a 300 activistas tirando huevos en un catedral e ignoran a 10.000 personas autoconvocadas en defensa de la familia”. Dijo que Ibarra no les permitió hablar en la comisión de figuras alternativas, la consiga fue: “matrimonio por sí o por no”. Refirió la experiencia de otros países que llevan años debatiendo el tema y aún no legalizan el “matrimonio” homosexual y reveló la presión que hubo en el nuestro para acelerar el tema. Dijo que “el Código Civil no discrimina, pone límites (sexo, edad, consanguinidad). Manifestó su preocupación por la adopción y reclamó que se tengan en cuenta los derechos de los niños, enfatizando que “ser progresista es defender los derechos de los más débiles”.
Fuente: NOTIVIDA

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