miércoles, 24 de diciembre de 2008

¡Queridos amigos!
La contemplación del Niño Dios en el pesebre nos hace pensar en los niños pobres, en los que, concebidos, son rechazados o, apenas nacidos, no tienen medios para sobrevivir. Descubramos los auténticos valores de la Navidad, dejando de lado todo lo que ensombrece su genuino significado. En estos días santos, los cristianos no conmemoramos el surgir de un gran personaje, y menos aún el comienzo de una nueva estación. La Navidad recuerda un hecho fundamental: en la oscuridad de la noche de Belén se hizo una gran luz. El Creador del universo se encarnó uniéndose indisolublemente a la naturaleza humana y, sin dejar de ser realmente Dios de Dios y luz de luz, se hizo al mismo tiempo verdadero hombre. El Verbo encarnado es una Persona que se interesa por cada persona, es el Hijo de Dios vivo, que se hizo pequeño para vencer nuestra soberbia y hacernos auténticamente libres, libres para amarlo. (Benedicto XVI)

Que esta navidad este llena de alegría y vivamos la navidad como debe ser, como el nacimiento de Dios en el corazón de los hombres, y que éste 2009 sigamos recibiendo su apoyo, en la defensa de la Vida, la Familia y la Patria!

Muchas Felicidades y un próspero 2009 les deseamos los que integramos Actitud: Jóvenes Pro-Vida.-

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