viernes, 19 de diciembre de 2008

"Nuevos DDHH" promueven "meros deseos" y sirven a ideologías, advierte Nuncio ante la ONU

El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra, Mons. Silvano Tomasi, destacó que "cuando se genera una brecha entre lo que se reclama y lo que considera real a través de los llamados ´nuevos´ derechos humanos, aparece el riesgo de reinterpretar el vocabulario aceptado de los derechos humamos para promover meros deseos y medidas que, al contrario, se convierten en una fuente de discriminación e injusticia y en fruto de ideologías que se sirven a sí mismas". En su intervención del 12 de diciembre en Ginebra por el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Arzobispo señaló que "al hablar del derecho a la vida, del respeto por la familia, del matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, de la libertad de religión y conciencia, de los límites de la autoridad de los estados ante los valores y derechos fundamentales, no se dice nada nuevo y ambos, la letra y el espíritu de la Declaración son defendidos, y la coherencia con la naturaleza de las cosas y el bien común es preservado". Seguidamente el Nuncio destacó que "este aniversario de la Declaración nos lleva también a reflexionar en su implementación. En un mundo con demasiadas personas hambrientas, con tantos conflictos, con tantas personas perseguidas por sus creencias, todavía queda un largo camino por recorrer y el deber de eliminar toda discriminación para que todas las personas puedan disfrutar de su inherente e igual dignidad". Tras alentar a la ONU y a todos los estados a plasmar estos derechos en políticas y legislaciones a favor de todas las personas, Mons. Tomasi recordó que "todo ser humano tiene el derecho a un desarrollo integral y ´el sagrado derecho´ a vivir en paz. Con tales premisas, los derechos humanos no son solo privilegios. Son la expresión y el fruto de lo más noble del espíritu humano: dignidad, aspiración a la libertad y justicia, búsqueda del bien y la práctica de la solidaridad". Finalmente el Arzobispo indicó que "a la luz de las trágicas experiencias del pasado y del presente, la familia humana puede unirse alrededor de estos valores y principios esenciales, como un deber hacia los más débiles y necesitados, teniendo en cuenta a las generaciones futuras".

No hay comentarios: