lunes, 13 de abril de 2009

Victoria pro-vida en la ONU moderada por tendencias problemáticas

(NEW YORK - C-FAM) La victoria de la semana pasada a favor de la vida en la Comisión de Población y Desarrollo (CPD) en las Naciones Unidas (ONU) tuvo algunos contratiempos. Mientras había dramatismo de última hora sobre la cuestión del aborto, otro tipo de lenguaje preocupaba a los críticos a favor de la familia ya que lo querían incluir en el documento.
Una disposición exige "la educación sexual". Otra de las llamadas para la formación y el equipamiento de los proveedores de servicios de salud para realizar "abortos seguros". La Asamblea General rechazó el Objetivo de Desarrollo del Milenio de "acceso universal a la salud reproductiva”.
Los delegados hicieron hincapié en que nada en el documento debe ser interpretado para apoyar, promover o ratificar el aborto y el nuevo documento no vinculante "no crea nuevos derechos", varias frases se incluyeron en el documento sin definiciones precisas. Organismos de las Naciones Unidas (ONU) y comités utilizan dicho lenguaje impreciso para influenciar a los gobiernos a cambiar sus leyes en materia de política social.
En el nuevo documento de la CPD se ha acordado un nuevo lenguaje que insita a "brindar a los jóvenes una educación integral sobre la sexualidad humana." El documento no define "la sexualidad humana", por lo que organismos de las Naciones Unidas y Comités a su vez, probablemente determinen las definiciones técnicas previstas por otras instituciones de las Naciones Unidas como la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS afirma que "... la sexualidad abarca el sexo, el género, identidades y roles de género, orientación sexual, erotismo, placer, intimidad, y la reproducción". La definición también explica que, "La sexualidad se vive y se expresa en pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, roles y relaciones". Es probable que muchos de los delegados que permiten "la sexualidad humana" en el documento de la CPD no estén conscientes de la definición de la OMS. Sharon Slater de la Asociación Family Watch International argumentó la semana pasada en contra del lenguaje de la "sexualidad humana" por medio de un folleto patrocinado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) que fue distribuido hace unos años en México el cual tiene una sorprendente similitud con la definición de la OMS. El folleto "enseña a los jóvenes que una persona puede tener el placer sexual" con "objetos inanimados, animales o menores" o con una "persona sin consentimiento" Ella también utilizó un manual del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés) sobre educación sexual que enseña a los niños que “es común que los niños tengan frecuentes relaciones sexuales con otros muchachos." Las definiciones de la OMS no son creadas por los gobiernos y nunca han sido aprobados por la Asamblea Mundial de la Salud [la asamblea general de los Estados miembros de la OMS]. Las definiciones técnicas de este tipo se crean a veces desde ideologías impulsadas por el personal y los burócratas "expertos"
Otra área de preocupación en el nuevo documento de la CPD es una disposición que pide a los sistemas de salud "capacitar y equipar a los proveedores de servicios de salud" y "adoptar las medidas para asegurar que el aborto sea seguro y accesible”. Los críticos temen que este lenguaje podría ser utilizado para eliminar el derecho a la objeción de conciencia de los trabajadores de la salud que se niegan a realizar o recomendar el aborto. El documento de la CPD también contiene dos referencias a un polémico objetivo de desarrollo del Milenio sobre "el acceso universal a la salud reproductiva", que comenzó a aparecer en la literatura de las Naciones Unidas en el 2007, a pesar de la presión de muchos países que insisten en que dentro de los nuevos objetivos no se habían acordado por los estados miembros de la ONU en el proceso de negociación del 2000 y del 2005 en el proceso de revisión. El UNFPA ha utilizado la supuesta nueva meta para pedir un mayor financiamiento de los programas de planificación familiar de la ONU.
Traducción: Paola Ocejo, Katharina Rothweiler
fuente: C-Fam

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