martes, 23 de septiembre de 2008

Los Argentinos, a travez de "Argentinos Alerta", ahora pueden dar su opinion en contra de la TV-Basura

Cansados de la TV basura de Tinelli Argentinos Alerta te propone enviar un mail de protesta al las siguientes entidades de control y empresas auspiciantes del programa: Comfer (Comité Federal de Radiodifusión), Cámara Argentina de Anunciantes, Grupo Clarín (dueño de Canal 13), YPF, DirectTv, McDonald's Argentina, Banco Francés, Fibertel/Cablevisión, Knorr/Unilever, Jumbo, Boehringer Ingelheim S.A., Aceitera General Deheza, IVESS, Cligth/kraft, Parque de la Costa, Banco Provincia de Buenos Aires, Fravega, Brahma, La Serenísima (Danone Arg), Véritas (La Fármaco Argentina). En este mail exigimos a quienes tienen que controlar los contenidos televisivos que lo hagan y advertimos a las empresas que publicitan en este espacio televisivo que de no dejar de hacerlo dejaremos de consumir los productos que ellas publicitan.Pediremos además que el horario de protección al menor se extienda hasta las 24 y que durante este se cumpla realmente que el contenido no sea con vocabulario impropio o contenidos sexuales o de violencia (incluyendo las publicidades) ENVÍE SU MAIL AHORA HACIENDO CLIC AQUI

Según el diario La Nación del 31/08/08 "El deslizamiento imparable de la televisión hacia fórmulas cada vez más torpes y manipuladoras de exhibicionismo, de grosería y de mal gusto parece preocupar a pocos". "Nadie, o casi nadie, parece tener conciencia de lo mucho que los argentinos estamos perdiendo en calidad moral y en respeto por los valores formativos y estéticos de las generaciones venideras a medida que determinados empresarios del espectáculo televisivo, privados del más mínimo rastro de pudor y hasta de vergüenza, pujan noche tras noche por incrementar a cualquier precio sus niveles de audiencia." "Recientes emisiones del programa que conduce Marcelo Tinelli por Canal 13 parecen haber acelerado notablemente la marcha hacia el que suponemos habrá de ser su próximo objetivo triunfal: la presentación de una pareja manteniendo una relación sexual en pantalla. Por eso nos atrevemos a vaticinar que, así como "Cantando por un sueño" dejó su lugar en un momento dado a "Bailando por un sueño" y más tarde al mucho más resbaladizo "Patinando por un sueño", no debe faltar demasiado tiempo para que la propuesta de Tinelli y compañía se convierta en algo así como "Sexo por un sueño". "El abuso y la manipulación de la mujer, exhibida y utilizada como un mero objeto excitante; el uso escandaloso del "caño", como burdo y no demasiado imaginativo elemento coreográfico, y la "strip dance" han ido jalonando insinuantes etapas en el acercamiento a esa meta previsible, un hito que, cuando llegue, seguramente no va a escandalizar demasiado a nadie, pues todas las instancias de la procacidad habrán sido ya recorridas. No está de más recordar que un estudio reciente del Instituto de Comunicación y Diseño de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) reveló que el 32 por ciento de la autopublicidad que emiten en nuestro medio los llamados canales de aire muestra cuerpos humanos semidesnudos y que ello sucede en muchísimos casos dentro del horario de protección al menor. A lo cual hay que agregar la amplísima e insistente reproducción parasitaria que los programas de "chimentos", y otros de tenor similar, realizan permanentemente, y en cualquier horario, de esas imágenes denigrantes, supuestamente excluidas de la franja que protege a los menores." "Las autoridades del Comité Federal de Radiodifusión (Comfer) mantienen su proverbial indiferencia ante esos alardes de perversión y mal gusto que invaden día tras día las pantallas televisivas de todo el país. También hay alguna cuota de hipocresía. Las autoridades se amparan en el cumplimiento de la norma vigente de protección al menor. Pero ellas saben que, con el concurso de los emisores, esa norma, tal y como actualmente rige, no ha sido diseñada para desalentar los abusos ni mucho menos para proteger al menor, porque califica como leves todos los excesos que hoy vemos en nuestras pantallas. Saben, por último, que así concebida la norma, funciona como un mero tarifario de tales excesos que, lejos de prevenirlos, libera a los emisores para fomentarlos si el cálculo entre una multa irrisoria y las ganancias de la producción publicitaria que tales excesos les otorgan los beneficia."

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