Mons. Héctor Aguer |
BUENOS AIRES, 20 May. 12 / 04:02 pm (ACI/EWTN Noticias).- El Arzobispo de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, señaló que la ley, especialmente el nuevo Código Civil, debe ser una obra de sabiduría jurídica y no una copia "de la decadencia de la sociedad".
Así lo indicó en un artículo publicado el 17 de mayo con el título "El nuevo Código Civil" que apareció en la sección opinión del diario El Día, de la Plata.
El Prelado explicó que "la ley, con mayor razón un Código, debe ser una obra de sabiduría jurídica y política, no una copia de la decadencia de una sociedad", tras advertir que el nuevo proyecto para modificar el Código Civil "altera estructuras fundamentales de la sociedad argentina, y por lo tanto su configuración futura".
Como han denunciado en diversas ocasiones los obispos de Argentina, entre ellos Mons. Aguer, el proyecto para el nuevo documento promueve la ideología de género, el divorcio exprés, la fecundación in vitro y, en general, el no respeto a la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
El Prelado cuestionó luego: "¿recuerdan ustedes el eslogan ‘los únicos privilegiados son los niños’? La inspiración de aquel viejo propósito, antitética de la que se refleja en el anteproyecto del nuevo Código, es un punto de referencia simbólico que permite medir la magnitud del cambio que ahora se intenta: una reestructuración de la sociedad argentina" y llamó a que "si somos ciudadanos, y no meros habitantes, no podemos permanecer indiferentes".
El Arzobispo dijo que se refiere puntualmente a "la protección jurídica de la vida humana desde la concepción, a la definición valorativa del matrimonio y lafamilia y a los derechos y el interés superior de los niños. Sobre estas materias hay que señalar graves deficiencias; es de esperar que se suscite un amplio debate fundado en estudios detenidos y rigurosos, que se atienda a las objeciones que puedan levantarse y se evite toda precipitación para promulgar el nuevo ordenamiento".
Tras denunciar que el nuevo Código busca definir la vida recién a partir de la implantación del embrión fecundado en el útero de la madre, y no a partir de la fecundación en donde el nuevo ser ya tiene un ADN totalmente propio; el Arzobispo alertó que "se quiere dejar abierto el camino a la legalización del congelamiento y el eventual descarte de embriones; se abandona así a esos seres humanos inocentes e indefensos a la posible comisión de cualquier atentado contra su vida".
El Arzobispo recordó que el proyecto admite las técnicas de procreación artificial, que son objeto de serios reparos éticos, "para satisfacer el deseo de algunos adultos de tener un hijo, como si ese deseo pudiera ser reconocido como un derecho".
"La donación de gametos y la escandalosa autorización de la fecundación post mortem atentan contra el derecho de los niños a la identidad biológica y a ser criados por sus propios padres; se alteran así las relaciones de maternidad-paternidad y filiación", añadió.
"Otro capítulo que resulta inaceptable es el que se refiere a la familia y a su fundamento, el matrimonio. Ahora se pretende avanzar consumando la liquidación del matrimonio", aseguró Mons. Aguer.
Para el Arzobispo de La Plata, "la reforma proyectada elimina en el matrimonio el bien de la fidelidad; ¿qué queda de él sin este compromiso fundamental, sin la cohabitación y la apertura al bien de los hijos?"
"La creación de una figura alternativa llamada `unión convivencial´, prácticamente equiparada al matrimonio, agrava la banalización de la institución matrimonial, lo mismo que el recurso al divorcio, que será facilitado -entiéndase: fomentado- para que pueda obtenerse en una semana y a pedido de una sola de las partes. Lo único que el nuevo Código no reconocerá ha de ser el matrimonio indisoluble, unión estable de un varón y una mujer que comparten la vida y se prolongan generosamente en los hijos".
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